El momento para empezar la dieta es ya . Primero hay que recordar que adelgazar aumenta el buen estado de salud, además de subir nuestra autoestima y hacernos más atractivas.
Te damos trucos básicos para perder peso de manera efectiva:
- Para el desayuno y la merienda elegir lácteos descremados: son importantes para aumentar el calcio, como yogures y quesos de bajo contenido graso, licuados con agua y frutas de estación, frutas, ensaladas de frutas frescas sin azúcar, acompañados de infusiones frías o aguas saborizadas acalóricas.
- Antes de los almuerzos y las cenas, tomar un caldo o sopa light. Produce gran saciedad, por tratarse de un líquido caliente. Si no nos gustan, podemos optar por dos vasos de agua. Luego, probar con ensaladas de verdura de hoja como la lechuga, apio, escarola, rúcula y tomate; o verduras cocidas como acelga, espinaca, zucchinis, zapallitos.
- Respetar siempre las cuatro comidas en pequeñas cantidades. La medida es el centro del plato playo o el tamaño de un puño. Incluir alimentos proteicos, como carnes blancas –pollo sin piel, pescados–, carnes rojas sin grasa –cuadril, lomo, peceto–, jamón cocido desgrasado y quesos con bajo contenido de grasa –blancos, frescos y mozzarella–.
- Tomar abundante líquido: 3 a 4 litros de agua por día –no menos–: agua mineral, saborizadas acalóricas, gaseosas y jugos light, infusiones de té, té de hierbas, té de frutas, mate, mate cocido, café. Recordar que en verano las altas temperaturas nos hacen transpirar y perdemos gran cantidad de líquido y minerales, que debemos reponer.
- Limitar al máximo las harinas refinadas: como fideos, ravioles, capellettis, ñoquis, pan blanco, galletitas de harina de trigo. También los amasados de pastelería, como las facturas, ricos en grasas saturadas y ácidos grasos trans. Producen adicción: a pocas horas de ingerirlas se vuelve a sentir ganas de comer.
- Incrementar el consumo de verduras y frutas, ya que contienen gran cantidad de agua y fibras para regularizar el contenido intestinal, vitaminas y minerales. Siempre elegir alimentos frescos de baja densidad energética, es decir, más volumen y menos calorías.
- Nada debe consumirse en exceso. Las personas somos excesivas por naturaleza: tenemos el hábito de ingerir más de lo que necesita. Incluso los alimentos bajos en calorías –hojas verdes, gelatina, yogures descremados– deben comerse moderadamente, para mantener la conducta y necesitar cada vez menores cantidades para saciarse.
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