Para eliminar ese molesto mal llamado caspa, muele el hueso de un aguacate con un poco de aceite de ricino, hasta que quede una especie de pasta.
Cuando te vayas a acostar, fricciona tu cuero cabelludo con esta pasta y déjala actuar toda la noche (cubre tu almohada con una toalla viejita para que no la manches).
A la mañana siguiente lava muy bien tu cabello con el shampoo que acostumbras. Haz el tratamiento dos veces por semana, verás cómo tu problema desaparece.
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